TRAS LA ESPADA NO ESTÁ LA PARED

Las personas no somos lo que vestimos, no somos nuestro peinado, no somos el contenido de nuestro bolso o mochila, no somos lo que leemos o lo que vemos en el cine, los que parecen mas honrados pueden llegar a ser los más canallas, y los que a primera vista parecen deshechables son los más validos.

Siempre nos queda ignorar, dejar marchar y ofrecer nuestra mejor versión solo a los que se lo merezcan, somos libres para querer a quien nos quiera y no sentirnos obligados a nada.

Y te das cuenta con treintaypico años, sentado en la escalera de un hotel, mirando al mar a través un enjambre de rusos en bañador. Manda huevos.


Photobucket